jueves, 3 de enero de 2013

Un momento con Dios

Dios mío ayúdame…enséñame

A ser feliz,  a expulsar para siempre lo triste de mi vida, porque desde la tristeza nace la desesperanza y muere la fe.

También enséñame a ser un agradecido de la vida, aceptando al mundo tal como se me presente, a trabajar duro y cantar alegremente, tanto por las cosas que pude cambiar, como por las que no pude.

No olvides enseñarme que el trabajo duro y fuerte, me hace mejor persona y que haciendo las tareas diarias con entusiasmo y pasión, evitando todo tipo de lamentos y mortificaciones, es la mejor manera de honrar la vida.

Que practicando el arte de la paciencia, siendo dueño de mis emociones y de mis sentimientos, pueda vivir con calma, sin prisas que me abrumen, pueda disfrutar de mis pequeños triunfos sin pensar en los fracasos, por más trágicos que estos parezcan.

Que decidido y sin miedos, sin pensar en los errores del pasado, porque ya fue, tampoco inmovilizarme por las predicciones del mañana, porque el futuro se basta así mismo, pueda resolver los problemas del hoy.

Que aprendiendo a querer a mis hermanos por sus virtudes, olvidando sus defectos y culpas, pueda poner en práctica la ley del perdón, asumiendo con responsabilidad mis acciones si cargar a otros por mis fracasos.

Y así poder regresar todas las noches a mi hogar, agradecido y feliz, sabiendo que Dios me premió con su amor, dándome un día más de plena felicidad. LUÍS ALBERTO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario