lunes, 3 de diciembre de 2012

Los luchadores y la incertidumbre

Las noches en los cuarteles son muy especiales, mezcla de magia y fantasía, encerradas en misteriosas y leyendas de luchas, enfrentamientos, conflictos, triunfos y derrotas.

Escuadrón histórico, pesado y complejo, se sentía en la piel el paso del tiempo. Estaba solo, preocupado o tal vez solo cansado, mirando al infinito, buscando respuestas, meditando cosas acerca del valor, de las dudas, incertidumbres, todo lo que un Comandante y padre de familia tiene en mente en los pesados momentos que nos toca vivir.

Hasta que una voz me sobresaltó. - Buenas noches Comandante.

- Buenas noches conteste.

Un hombre, algo delgado, calzando botas de montar al estilo de la vieja caballería, delgado pero musculoso, piel curtida por el sol, pesados bigotes, algo canoso, arrugas que hablaban de sabiduría, voz ronca y pausada que hablaba de una persona firme y segura. También observé que vestía un uniforme viejo pero impecable, pude distinguir su jerarquía… Comandante…un cigarro de hojas en la mano.

- ¿Preocupado Comandante? Preguntó.

Conteste que si, con un leve movimiento de cabeza.

- Por favor, tome asiento mi Comandante. Dije.

- La soledad. Afirmó. -La soledad del mando, repitió. -Es en la soledad cuando aparecen los fantasmas y todos juntos, cuando se mezcla todo, es en la soledad cuando los problemas parecen no tener solución, pero también es en la soledad donde puede usted verse desde adentro y rediseñar tu mente.

- Sabe amigo, es acá cuando aparecen los verdaderos valientes, aquellos que poseen el verdadero espíritu de lucha, los que valoran el ayer, el hoy y el mañana, aman la vida y cada cosa que ella les regala día a día, minuto a minuto.

- Los que cada mañana, se levantan con el único propósito de cambiar, de adaptarse, de ser mejores, de amar y ser felices. Tienen el valor de ser verdaderamente responsables por la vida que llevan.

- Pero también en la soledad, en la confución, aparecen los que se compadecen de las circunstancias que les toco vivir, los que se mienten creyendo que son luchadores, cuando en realidad son débiles disfrazados de lobos. Esos, no se responsabilizaran por nada ni por nadie, viven esperando que la buena fortuna lo sorprenda.

- ¿Cómo manejar la ansiedad, la inseguridad? ¿Cómo manejarse en la incertidumbre?, Mi Comandante. Pregunté

- La seguridad… la seguridad es una ilusión, un apego a lo conocido…

- ¿Y qué es lo conocido?

- Lo conocido forma parte del pasado. Lo conocido no es otra cosa que la prisión del condicionamiento anterior, donde no hay absolutamente ninguna evolución y cuando eso sucede, puede sobrevenir el estancamiento, el desorden, el caos y la decadencia.

- Por otra parte, la incertidumbre es el suelo fértil para la creatividad y para la verdadera la libertad, porque es penetrar a lo desconocido. Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una repetición de recuerdos gastados.

- Y si tiene la visión para encontrar la puerta de la sabiduría que esconde la incertidumbre, tendrá la magia necesaria y la posibilidad concreta para crecer feliz. Por lo tanto no se de por vencido nunca. Recuerde que renunciar a lo conocido y meterse en lo desconocido, también es ser valiente.

- Recuerde también que en la emoción de lo que puede ocurrir en el campo de las posibilidades, encontrará la mejor manera de tomar decisiones.

- Bueno, mi querido Comandante fue un placer poder compartir este momento, permítame darle un fuerte abrazo y confíe siempre en usted y en su intuición.

Se levantó, me dió un fuerte abrazo, saludó y salió caminando despacio y erguido.

Quedé nuevamente solo, pero esta vez acompañado de una soledad distinta, la soledad de la paz interior. Entonces confiado y seguro, busque el teléfono, llame a mi casa, y diciéndole a mi esposa que la quería mucho, le pedí que preparara una linda y una romántica cena. LUÍS ALBERTO.

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