martes, 11 de diciembre de 2012

La gratitud como valor

La única manera de darnos cuenta de lo valioso que es vivir en plenitud, es aprender a mirar a nuestro alrededor y ver las maravillas de Dios operando en nosotros.

En la vida, te puedes sentir agradecido o aislado, pero nunca las dos cosas a la vez. La gratitud echa fuera la introversión. No hay sitio en el corazón para ambos.

La gratitud expresa confianza, cuando nos gusta la vida, cuando no sentimos cómodos y alegres, el corazón se abre y el alma se pone en movimiento y todo tu entorno se vuelve mas claro,

El estar agradecidos de todo lo que somos, poseemos o vivimos, nos permite abrirnos a los demás, ser receptores de lo que sucede en el mundo circundante y así darnos cuenta cuando una persona esta sola, necesitada o triste.

Siendo agradecidos pertenecemos a esa enorme red de personas lindas y sanas, en la que se da con el mismo placer y amor con el que se recibe, evitando las situaciones caóticas productos de enfermedades y trastornos, muchas veces inventadas, pero que impiden a la persona analizar la realidad en las mismas condiciones de quien está feliz.

Leyendo cuatro frases, un par de libros de autoayuda o navegando por Internet, no alcanza para tomar por sorpresa a la vida, debemos conocer la realidad, aceptarla, quererla para poder iniciar la navegación hacia la conquista del éxito.

¿Cuantas veces pudimos darle al necesitado una palabra de aliento, un apoyo oportuno al prójimo? Y, si no lo hicimos, fue porque no estábamos bien con nosotros mismos. Porque para alcanzar las emociones más profundas se necesitan de la calma, la paz interior y el equilibrio emocional.

Para alcanzar esa calma, la de la paz interior y el equilibrio emocional, es necesario que se te quite el miedo y enfrentes al mundo con la actitud agradecida y bondadosa.

Cuantos no se sienten aceptados, cuantos sufren por dudar de sus capacidades, se aíslan (y la violencia empieza con el aislamiento). ¡Rompe con ese patrón! Tú puedes hacerlo, solo debe estar ahí en el momento justo y con las herramientas necesarias.

Actúa desde el núcleo de tu corazón. Toma ahora, en este instantes, la mano de ese alguien y propaga tu calma en el. Esa calma debe ser transmitida con palabras como. - Eres importante para mí. - No estás solo. - Sé que estás sufriendo y no voy a dejarte. - Esto pasará y lo superaremos juntos. - ¡Escucha! No estás loco…Te entiendo - ¿Quieres un abrazo?- ¡Te quiero!

La gratitud es la esencia del amor y potencia tu sentido de pertenecería. Lo que hace por ti es tan importante como lo que hace por los demás. Por lo tanto, no intentes insertarte al mundo si no eres un agradecido de corazón a Dios. Que El bendiga LUÍS ALBERTO.

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