miércoles, 12 de diciembre de 2012

La paz interior y la crisis

Todos buscamos ser felices, vivir tranquilos y en paz, junto a los seres que amamos, pero ¿hacemos lo suficiente por conseguirla? ¿Qué nos mantiene tan ocupado que no podemos ver las bendiciones y las riquezas que hay dentro de nosotros? ¿Conocemos el secreto de como disfrutar la vida?

Muchas personas dedican una parte importante de su vida a encontrar la paz interior, la serenidad y el equilibrio que les permita enfrentar su día a día de forma diferente, eso implica aprender a detectar nuestras necesidades saber controlarse nuestras emociones.

La necesidad de paz nace de la crisis, de la angustia de los días y noches oscuras, muchas veces nos preocupamos o nos frustramos con pequeñeces, esto nos llena de tensión e impide sentirnos en paz. Cuando algún problema te preocupe y no veas la solución hazte las siguientes preguntas. ¿Dentro de tres meses esta situación tendrá importancia? ¿Y dentro de un año? ¿Y en cinco?

En la mayor parte de los casos la respuesta a esas tres preguntas será no, entonces ¿vale la pena tanta preocupación? Primero debemos aprender neutralizar las emociones negativas que nos invaden y darle a las cosas su justo valor, después detectar cuáles son los obstáculos que dificultan nuestro camino hacia la paz interior y por ultimo disfrutar de o nuevo enfocando la atención en lo que nos hace sentir bien, para lo cual se necesita de un cambio de conducta, de pensamiento y de visión del mundo, no es una tarea sencilla, implica mucho trabajo y requiere de cambios profundos y dedicación constante.

Cada crisis es una oportunidad, quien supera la crisis se supera a si mismo sin quedar superado. Quien atribuye la crisis a sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más los problemas que las soluciones, la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Es allí donde nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Sin la crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia, debemos saber de que somos afortunados y bendecidos por Dios y preguntarnos siempre ¿Que oportunidad me trae esta crisis? pensar te ayudara ver mejor y mas lejos.

Si realmente crees que la crisis es la mejor bendición, creerás en el progreso y seguramente aparecerán nuevos elementos, nuevas herramientas y talentos desconocidos.

Disfruta de todo esto con amor, gozo, paz, paciencia y templanza…Pero ¡Actúa¡ no esperes alcanzar la meta de la noche a la mañana, de a poco, despacio, de a pasitos. ¡Hacer el futuro! Esa es la consigna, porque el futuro no viene solo, se construye con el día a día, con el hoy y el ahora, paso a paso, minuto a minuto. LUÍS ALBERTO.

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