miércoles, 28 de noviembre de 2012

La toma de decisiones bajo presión

Para poder desarrollar un proceso de toma de decisiones militares, dentro de un ambiente humano y agradable, tanto en el campo táctico como en el administrativo (donde también existe un alto índice de riesgo), el Comandante/Líder debe además se rdueño de sus acciones y equilibrado en sus emociones,  debe nutrirse de algunos valores donde se entremezclen cierta magia y misterio.

En principio, ninguna situación debería alterar la armonía, el equilibrio, ni siquiera el buen humor, del Líder,  pero cuando estamos frente a una situación difícil, muchas veces se presentan complicados conflictos que para enfrentarlos debemos ser lo sificientemente astutos, coherentes y moderados para no convertir una situación desfavorable en un ambiente alocado.

Sun Tzu, al referirse al arte de la eficiencia sostiene que el arte de la Guerra se basa en el engaño (que no es sinónimo de mentira), “Vencedor” es aquel que en base a un engaño, inteligente y estratégico, alcanza los objetivos que se fija sin pasar por encima de nada ni de nadie.

Dice también Sun Tzu que “obtener cien victorias en cien batallas no es el colmo de la habilidad. Someter al enemigo sin combatir es el colmo de la habilidad", es decir el colmo del arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar, el mejor no es el que llega y te derrota, sino el que sabe cómo hacer para que te rindas sin pelear.

Un aspecto importante a considerar en situaciones críticas, es el estrés. Cuando nos encontramos bajo presión, nuestra mente entra en una situación critica que modifica temporalmente nuestra perspectiva del peligro y el riesgo, que en el caso de los hombres, es un factor que nos impulsa a tomar riesgos innecesarios que detona en comportamientos agresivos o reactivos, muchas veces desmedidos o inoportunos.

En momentos de conflictos el tiempo para la toma de decisiones es crítico. El agotamiento, los nervios y las depresiones pueden afectar no solo las decisiones sino dañar la mente y el físico del conductor.

Si aparecen estas señales es porque el cuerpo y la mente del conductor necesitan atención, es el momento cuando el Líder debe ordenarse. Hay un dicho en el fútbol que dice “Cuando estés confundido dentro de la cancha, debes pisar la pelota, levantar la cabeza y mirar el entorno”.

No es fácil manejarse en momento de crisis y menos bajo presión, donde las situaciones componen una verdadera lucha entre el tiempo, las decisiones y los resultados. Estando presionado y descontrolado, es muy probable que el Comandante actúe limitado por la arrogancia de ser reconocido como superior o por el temor de ser rechazado como Líder.

El Comandante/Líder siempre debe reflexionar acerca del porque está en ese lugar y en ese momento, confiar en el creador y en su misión, recordando la oración que el mismo nos enseño, “Hágase tu voluntad”.

Ser Comandante/Líder nos obliga a ser, no solo a ser auténticos y creíbles, sino también exigente con uno mismo, mucho más de lo que los demás esperan de nosotros. En sintesis es ser uno mismo, es estar delante de todos, no por encima de todos. LUÍS ALBERTO

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