miércoles, 24 de octubre de 2012

Plutarco Cayo Mario

Yo, Plutarco Cayo Mario, soldado de XXII Legión. Entrenado por los mejores Oficiales de Roma, responsable de mi vida y de mis hombres, dispuesto a morir por Roma y por el Cesar, digo:

Yo, Plutarco Cayo Mario, soy garantía del honor de Roma y del Cesar, defensor de la estirpe romana, solo conozco los caminos de la batalla, se de sufrimientos, esfuerzos y glorias, se también de dolores y lagrimas, de los "antes" y los "después" de cada batalla. No busco riquezas, ni fama, no son para mi porque soy un legionario de honor.

Yo, Plutarco Cayo Mario digo: Si soy un soldado respetuoso y obediente, no es por sumisión, sino porque estoy formado en el orden, la disciplina y el respeto.

Yo, Plutarco Cayo Mario digo y sostengo: Soy admirador de mis Centuriones y de mis Generales, y de quienes guían los destinos de Roma y de la Legión, no hay cosa que más disfrute un soldado romano es ver a su oficial de mando comer el mismo pan, tenderse sobre un sencillo lecho de paja o erigir una empalizada.

Yo, Plutarco Cayo Mario digo: Que lo que un legionario admira, es al jefe que comparte el peligro y las dificultades, no al que utiliza su habilidad para conseguir honores y riquezas, y amamos más a los líderes que son capaces de pelear y morir junto a su tropa, en cualquier momento y en cualquier lugar. Que los Dioses estén de tu lado General. LUÍS ALBERTO.



No hay comentarios:

Publicar un comentario