viernes, 6 de abril de 2012

Samuel y Las Pascuas

Las fiestas religiosas siempre fueron muy importantes para mi familia y si tenemos en cuenta las características de mi provincia (Misiones), donde la mezcla de culturas y de religiones le da una particularidad muy interesante. 

Entre las celebraciones religiosas mas importantes  donde mas se notaban las costumbres, estaban las pascuas.

Cada colectividad tenia su forma particular de celebrarlas, los Alemanes, Los polacos, Los ucranianos, los católicos romanos, los católicos ortodoxos, etc. Todos con  rituales propios de cada región geográficas  sumadas a ritual especifico.

Entre todo este crisol de razas, estaban los Judíos, un pueblo  golpeado por la hecatombe europea, habían emigrado de una Europa sufrida y doliente con lo poco que pudieron rescatar, su familia y su fe religiosa.

En realidad eran pocos si se los comparaba con otros inmigrantes, pero eran muy trabajadores y sacrificados, delicados y medidos en sus gastos, aunque para las fiestas solían gastar lo necesario.

Personalmente siempre me integre muy bien con todos, tenia amigos Judíos que compartíamos las escuela, el fútbol y algunas salidas, así conocí a Samuel, un joven dos años mayor que yo con quien no hicimos buenos amigos.

Samuel era un muchacho serio y bien parecido, la chicas lo miraban y bastante, aunque el  las miraba con un cariño casi paternal, algo  que a las chicas le parecía mas interesante y a nosotros nos daba mas bronca, porque al lado de Samuel pasábamos absolutamente desapercibidos.


Siempre fue una persona interesante e intelectual, sabia de todo o de casi todo y lo expresaba con mucha claridad que denotaba mucha paz interior.

Un atardecer cuando regresaba del colegio, lo encuentro y entablamos esta conversación.

- ¿Como estas Luisito?

- Bien, contenté, además contento porque hoy es comienza  la semana santa, y  hasta el lunes no hay clases.


- Claro, después de las pascuas, que lindo ¿no? y  ¿Qué son las pascuas, para los Católicos?.

Esta pregunta me agrandó, que Samuel, el sabio, no sepa esto y yo le explique era importante.

    
- Bueno en la semana santa nuestro señor Jesús fue crucificado y muerto como hombre, y el domingo resucitó como Dios, por eso festejamos.

- ¿O sea, que es un pasaje o algo así?.

Esa pregunta me descolocó  por completo.

- Algo así conteste, pensándolo bien si, es un pasaje.

Se quedo pensando, seguimos caminando sin hablar hasta que agrego.

- Que lindo Luisito, que tanto los Católicos como los Judíos estemos de acuerdo con la celebración las pascuas, porque para nosotros también es un pasaje.

- Un pasaje real, humano, de dolor, de sacrificio.  Cuando Moisés tomó esa decisión, no estaban dadas todas las condiciones, debía hacerlo, el pueblo necesitaba la libertad,  llegar a la tierra prometida, lo exigía. Debió tomar una decisión humana, con miedos y muchas dudas.

- Sufrió persecuciones, enfermedades, enfrentó muchos demonios, vio afectado su liderazgo, dudo de su Dios, se enfrento a falsos dioses, hasta su pueblo lo despreció.

- En ese pasaje de dolor también tuvo  momentos lindos, que fueron cortos, momentos duros que fueron largos, momento difíciles que fueron eternos.

- Pero aún así continuó, no  se rindió,  superando lo imposible y el pueblo ayudo, y el pueblo pudo llegar a la tierra prometida.

Y ese viaje que parecía eterno tuvo sus frutos, y no fue por arte de magia o por un milagro solamente, sino  fue un pasaje doloroso y sufrido, pero divino y que dió sus frutos.

Seguimos caminando hasta que nos despedimos como siempre, un fuerte apretón de manos y continúe camino a mi casa.

Mientras caminaba pensaba,  que lindo que existan personas cono Samuel, que lindo que este hermoso pueblo tan sufrido esté hoy con nosotros y sean nuestros hermanos, que lindo es saber que las cosas pueden verse desde otro lado y sin ser diferencias.

Y que lindo que es poder amarnos con El nos enseñó y así alcanzar la verdadera sabiduría, la del amor, la de la paz, la del bien vivir. LUIS ALBERTO.

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