jueves, 15 de diciembre de 2011

El burro

En un pueblo lejano un hombre vivía felizmente  con su esposa y sus hijos. Este buen hombre necesitaba de un  burro que lo ayudara en las tareas del campo, entonces  decide trasladarse a otro pueblo donde existía un criadero de animales. Para concretar la operación decide día decide hacer  el viaje en compañía de uno de sus hijos.

El viaje fue placentero, pudo comprar un hermoso ejemplar y a un precio interesante, por lo que inmediatamente inicia el regreso al hogar.

Preparo tranquilamente sus cosas y sube a su hijo al burro, para que este viaje sea más cómodo. Al pasar por un pueblo, unas personas que estaban sentadas frente a un bar, comentan. “Mira a ese hombre con un burro y su hijo montado, así se forman los vagos, los hijos irresponsables y cómodos, es él quien tiene que estar sobre el burro, así su hijo aprende a respetar a los mayores”.

Este noble hombre se queda pensando y dice “Tienen razón”, baja al hijo del burro, sube él y reinicia el viaje.

Al pasar por otro pueblo, un grupo de vecinos sentados en una plaza, al ver al hombre sobre el burro y a un niño tirar del cordel. Dicen. “Fíjense que mal ejemplo, padre explotador de niños, ese niño debería estar estudian en vez de trabajar en algo tan humillante, llevar de tiro a un hombre fuerte que bien podría estar caminando.

Al escuchar esto, el padre piensa, “Tienen razón”, baja del burro y junto con su hijo tiran del cordón, continuando el viaje.

Pero al pasar por otro poblado un grupo de vecino que estaba cortando unos árboles dicen. “Fíjense que par de entupidos, teniendo un burro, pudiendo  viajar, tranquilos van caminando y tirando del burro, para que diablos compraron un burro, si no lo van a utilizar, es burro es un animal muy fuerte y puede soportar el peso de los dos”.

“Tienen razón”,  dijo el padre y  montan ambos al burro.

Al pasar por otro  pueblo, frente a una casa un grupo de amigos sorprendidos dicen. “Pero que barbaridad, pobre animal deberíamos denunciarlos por maltratar al pequeño burrito, dos personas montados y con este calor, además parece que vienen desde muy lejos, llamen a la Policía”.

“Tienen razón “, dijo el padre, bajándose inmediatamente del animal y con la ayuda de su hijo, suben el burro al hombro y ambos continúan viaje con el burro al hombro.

Al pasar por el último pueblo un grupo de vecinos dice. “Miren a estos dos locos con un burro al hombro”

Amigos es muy difícil llenar las expectativas de todos como difícil es entender todos los puntos de vista.

Esa es la razón por la que siempre debemos actuar en forma firme y decidida, que las decisiones estén  apoyadas en métodos lógicos y  concretos que ayuden a encontrar los mejores resultados.

Todo esto sin  olvidar la intuición o al azar porque ambas cosas ambas cosas siempre intervienen en las nuestras decisiones.

Recuerda también que a veces buenas decisiones pueden obtener  malos resultados o viceversa y que el tomar decisiones siempre requiere de un riesgo y muchas veces te sacaran de la “Zona de Confort” y te ubican en una “Zona riesgo”, o “Zona de tensión”.

Tampoco olvides que los errores se cometen por ignorancia, por descuido o por vanidad, esa es la principal  razón por la que no se puede ni se deben tomar decisiones basadas solo en las opiniones ajenas.

Entonces hermano es importante que tus decisiones sean tuyas, porque si pasan por depender de los demás es muy probable que termines con este padre... Con el burro al hombro. LUIS ALBERTO.

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