Me irrita mucho cuando escucho hablar de las mujeres como el sexo opuesto, porque hablar de lo opuesto es referirse a lo contrario, a lo distinto, al de enfrente, en decir alguien diferente a vos.
Por eso cuando hablamos de las mujeres es mejor decir el "sexo complementario", porque con el complementario podemos integranos en espiritu amalgamando el cuerpo y el alma, como si fuera tu otro yo o tu otra mitad, algo así como que sin ese complemento estaríamos perdidos y tristes, viviendo tan solo a un cincuenta por ciento de nuestro potencial. LUIS ALBERTO.
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