lunes, 3 de octubre de 2011

La Subordinacion, el respeto y el honor

Erróneamente al término de subordinación se lo relacionó únicamente como de carácter disciplinario o corporativo  donde los integrantes cumplen  ordenes sin cuestionamientos.

Esta confusión hizo que las personas tengan un falso concepto, dándole un sentido equivocado.

El concepto de autoridad de una organización, está basado y apoyado en la  libertad de expresión y no se relaciona en lo más mínimo con la presión o la arbitrariedad.


Cuando un soldado se cuadro frente a un superior, contrariamente  a lo que puede interpretar algunos, no es un acto de humillación, todo lo contrario, es un acto de respeto y disciplina que va mas allá de una simple sumisión formal. 

El arte de la subordinación depende generalmente de las características del jefe,  un buen líder sabe que entre todas las cualidades del lider estan el respeto y la imparcialidad.

Los hombres de acción saben que para alcanzar cualquier propósito es imprescindible desarrollar un grado importante de subordinación, pero para lograrlo se debe conocer perfectamente al personal, descubrirlos, integrarlos y escucharlos.

Pero además ningún jefe desconoce que el mando es un arte que no puede llevarse a cabo en soledad, ninguna misión se cumple sin una acabada y decidida colaboración de los subordinados.

Una orden puede ser muy simple, pero si la relación jefe/subordinado no esta fortalecida por el respeto y el compromiso puede cumplirse mal.


Este respeto se sustenta esencialmente en la necesidad de ubicar al individuo en el lugar adecuado que le permita gozar y desarrollar sus capacidades, protegido de todo acto o abuso que ponga en riesgo su reputación o prestigio. 

Es muy importante considerar el ser y el creer ser, que en la relación individuo/organización operará como un punto  medio entre los dos extremos vistos por exceso y por defecto.

Pero cuidado si el respeto es la base de la subordinación, este es la base del honor.

En cunato al honor este es un concepto que puede tener dos acepciones.  La individual  (lo que una persona considera como  honor propio) y la social (cuando entran en consideraciones las relaciones sociales).

Desde épocas antiguas el honor era considerado como algo fundamental, algunos lo adoptaron como un estilo de vida (Ejemplo. El pueblo japonés y sus samuráis, los caballeros medievales etc.). Otros en cambio los relativizaban como una cuestión de cultura, límites geográficos,  valores familiares, etc.

En estos tiempos difíciles donde el honor es blanco permanente y es bastardeado permanentemente por grupos tendenciosos que buscan tergiversar valores confundiendo o relativizando su importancia. 

Debemos ponernos en marcha, el día es hoy y el cuando es en este momento, porque el honor es acción y movimiento, además el camino por donde debemos transitar hacia el alcance de nuestros objetivos es largo y requiere de sacrificio y la entrega.

Ya lo dijo Calderón de La Barca, cuando dijo “El honor es patrimonio del alma y el alma solo es patrimonio de Dios” LUIS ALBERTO.
                 

No hay comentarios:

Publicar un comentario