viernes, 2 de septiembre de 2011

Principios, Valores y Códigos

En una sociedad cada vez más  convulsionada y atacada por sectores interesados en el caos y el desorden generalizado, donde la sociedad y  el futuro están en crisis, y el valor vida pareciera quedar siempre relegado dejando a la dignidad del hombre sin defensas y  la felicidad parece cada vez mas una utopía.

En esta época en la que se escuchan repetir “Ya no existen Códigos”, “Ya nadie tiene Códigos”, como si tener códigos fuera la solución, sinceramente creo que este planteo es erróneo, mas que códigos, debemos hablar de  Principios y Valores, de  Moral, del honor, de la Palabra empeñada, del franco apretón de manos y de todos aquellos aspectos básicos que hacen del ser humano un ser virtuoso.

Por supuesto que los códigos sirven, ayudan y clarifican, pero también es cierto que también los delincuentes tienen códigos, por lo tanto, el tener códigos no  garantiza nada, menos si no están apoyados en valores y principios.

El hombre naturalmente tiende a la conquista de valores espirituales, la primera referencia del hombre, donde capta y adquiere aquellos aspectos que forman su estructura y sustentaran su vida es la familia, núcleo social primario, es ella la que le entrega las primeras herramientas para enfrentar al mundo.

Ahora bien, cada sociedad posee características propias donde fluyen y confluyen culturas dinámicas y se presentan contradicciones que impactan al hombre, estas contradicciones deben considerarse como naturales, algunas nacen del temor, otras del miedo y otras de la ignorancia.

Al salir a la sociedad es probable que el hombre entre en conflicto, aún más, es conveniente que entre en conflicto, para superar esa situación y enfrentar el ataque de los destructores  necesitará de una férrea fortaleza espiritual y una firme decisión.

De lo contrario, si una persona se deja corroer o se muestre dubitativo será una presa fácil de cualquier organización y hasta es probable que pierda la orientación y se confunda.

La sociedad debe captar intereses  individuales de sus ciudadanos fortaleciendo sus valores y sus principios. En  gran medida estos principios y  estos valores serán la base para reglar y  formar un código ético necesario para los individuos y la sociedad. 

Sin  esos valores el hombre carece de carácter, pierde autenticidad, fuerza y estabilidad para afrontar los momentos de crisis y si una persona descree de sus valores o de sus principios es muy probable que caiga en una peligrosa confusión. 

Esa es la razón es que una sociedad debe cuidar a sus ciudadanos dándole  identidad y firmeza.

Cuando nos referimos a códigos, debemos referirnos al que ponga al ser humano en el centro, lo ayude, lo proyecte y los estimule a crecer y a creer en una sociedad mas justa y generosa, donde la integración, la tolerancia y el respeto sean los pilares fundamentales. 

Un adecuado código ético debe fortalecer los valores como son la libertad, la dignidad,  la defensa colectiva de los derechos humanos,  la autoafirmación de la identidad cultural.

Solo con una sociedad que regule la conducta del individuo a través de valores y principios, utilizando códigos  creíbles, que exijan, esfuerzo, disciplina y valor,  será muy probable que el hombre alcance su realización personal y social.  LUIS ALBERTO.

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