jueves, 8 de septiembre de 2011

La Estrategia del cambio

Las estrategias actuales de las organizaciones están tironeándose entre definir el alcance de los  propósitos definidos dentro de  una estructura estática y la necesidad de adecuarse a los cambios.

Durante la mayor parte del siglo XX las Instituciones se preocupaban más por los elementos estáticos y  estéticos que por adecuarse a la dinámica del cambio.

Los líderes de hoy comprendieron que el  aprender a convivir con el cambio es el verdadero arte de la estrategia.  Es por eso que comenzaron a considerar el lado dinámico de la problemática y entendieron que sus efectos impactan directamente en la planificación y el resultado.

El cambio es algo inevitable y sus efectos pueden impactar en forma directa o indirecta, desde un simple desajuste hasta situaciones catastróficas, significan  riesgos que dificultan el cumplimiento del propósito y dañan la estructura.  

Un proyecto tradicional consta de un plan inicial, un desarrollo intermedio  y un objetivo final. Este método fue adoptado por muchas organizaciones.Este pensamiento obliga  a los líderes a conocer acabadamente el plan concebido en forma integral, adecuar  la doctrina al planeamiento de desarrollo y aplicarla tal cual fue concebido.

En cambio el concepto dinámico actual, exige que los líderes  además del conocimiento integral, antes de iniciar el viaje,  conozcan todas las variables posibles. Estas posibles variables (cambios), deben incorporarse desde el inicio del proyecto, incluyéndolas a través de fases o tramos donde sea posible y articular los cambios para realizar una adecuada observación y seguimiento.  Cada uno de esas fases o tramos, deben tener objetivos intermedios que en su conjunto cumplan el objetivo final o propósito deseado. 

Si bien el cambio siempre será impredecible, de esta manera se pueden monitorear el desarrollo del proyecto/plan,  detectar los cambios y realizar las modificaciones convenientes.

Esta estrategia dinámica obliga a los líderes a vivir en una suerte de  incertidumbre, lo que no es malo ni mucho menos, opera más como una oportunidad, ayuda al desarrollo, apuesta al crecimiento y aumenta la capacidad de potenciarse en la búsqueda de  mejores opciones.

Ante esta dinámica, suele suceder a  veces, que por no comprender lo que realmente esta pasando y aunque se este ante una gran oportunidad, se puede tener la sensación de que se va hacia un destino incierto. En este caso lo importante es adecuars rápidamente a la situación  y controlar las acciones. 

Los lideres estáticos creen saber donde y como llegar al objetivo simplemente porque conocen la planificación. Pero tropiezan cuando comprueban que los resultados no son los buscados o detectan que la estructura esta afectada por la falta de adaptación  al cambio, y cuando suceden estas cosas ya no hay solución.

Esto no solo lleva a la frustración, a la derrota o al fracaso,  lo más triste es que generalmente son situaciones que pudieron ser prevenidas si se hubieran adoptado  alguna medida al respecto en el  momento oportuno.

Ante la velocidad actual y la imprevisibilidad de los cambios, para poder adecuarse a la dinámica sin perder el sentido de dirección y alcanzar las soluciones similares a lo planificado, se requiere de una adecuada observación y la suficiente amplitud mental que ayude a detectar las posibles rutas alternas que permitan alcanzar el propósito deseado.

Adaptarse a los cambios es configurar cualquier plan/proyecto a la realidad, los que se adapten mas rápidamente podrán redireccionar sus objetivos sin problemas, quedando mejor posicionados y además fortalecidos. Aquellos que se demoren sufrirán las consecuencias y los que ni siquiera se den cuanta quizás terminen observando al mundo desde una triste tribuna. LUIS ALBERTO

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