jueves, 18 de agosto de 2011

Soplando brazas

Encontramos en los relatos bíblicos que Dios dice “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…”.  Después dice “…entonces Jehová Dios formo al hombre del polvo de la tierra y soplo en su nariz aliento de vida”.

Sabemos que el plan de Dios fué crear al hombre a su imagen y semejanza,  pero para poder alcanzar ese fín debemos iniciar un duro camino de purificación.


El filosofo alemán Martín Heidegger dice que el ser humano debe hacerse cargo de si mismo y  en la forma que lo haga alcanzará la purificación o terminara confundido en el camino.

Estas teorías  ubican al  ser humano en centro, como creador y auxiliar del creador, por eso Dios habla en plural. 

Desde su creación el hombre esta destinado a ser libre y a escoger sus acciones aunque después la sociedad y la cultura frenen su desarrollo.

La creatividad y la espontaneidad son aspectos basicos para iniciar el camino hacia la felicidad. Pero  sin espontaneidad no hay creatividad posible.

La  espontaneidad  opera como un catalizador en el camino del hombre en busca de su creador y solo se alcanza si se libera de aquellos  limitantes que obstaculizan su crecimiento y su expansión.

Si para evitar la incertidumbre el ser humano se autolimita y se asusta es muy probable que  termine paralizado,  escondido y  esclavo de su propia incapacidad.


Cuando parece  que todo se derrumbara,  recuerda a Plutarco  cuando decía que era imposible llenar una mente, pero es posible mantenerla encendida.

Entonces amigo, mírate al espejo, recuerda tus sueños, despéjate de las cenizas que impiden ver la llama que siempre estuvo en ti,  sopla las brazas de tu vida y  camina con actitud y así podrás generar las respuestas necesarias para alcanzar la conexión con tu creador . LUIS ALBERTO.

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