Este mundo loco y desenfrenado quiere que cada día los hombres deseen tener mas y mas, sin importar la real necesidad del objeto, hoy pretenden hacernos creer que la sola posesión es lo esencial y que con aparentar es suficiente.
En este sistema de locura y confusión, donde el ser humano pasa a un segundo plano y solo es importante producir y consumir parecería ser que la felicidad solo se alcanza con llenar el corazón con objetos materiales, que los debemos adorarlos, amarlos, cuidarlos, protegerlos y convertirlos en absolutos por mas efímeros que sean, lo importante es tenerlos en nuestro poder.
Estas ambiciones desenfrenadas matan los pocos vestigios de solidaridad que todavía anidan dentro de nuestros corazones, volviéndonos insensibles e indiferentes a las necesidades de nuestros semejantes.
Este macabro propósito, manipuleado por quienes quieren convertir al ser humano en una maquina, con el objeto de enriquecerse a costa de los incautos e inocentes, de los que se dejan seducir por la publicidad, la pornografía y otros mecanismos que solo confunden incitando a correr detrás de luminosos espejitos o llamativas luces de colores.
Para poder enfrentar este flagelo, es necesario armarnos de un cobertor que sea capaz de filtrar lo bueno y aceptable, desechando lo superfluo e innecesario, que dificulte la visión.
El verdadero camino es continuar siendo persona, con el corazón alegre y solidario, un ser plenamente libre, que no quiera ser ni esclavo ni maquina, alguien semejante al El, el que todo lo ve, El quien es el Alfa y el Omega, quien nos dice todos los días dulcemente al oído, “Toma tu cruz y sígueme”. Que El te bendiga. LUIS ALBERTO
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