sábado, 9 de abril de 2011

Los ojos

Eramos  “Los bravos”, en algún lugar enfrentando a un enemigo complicado, difícil, entrenado, veteranos de otras guerras y aunque la situación estaba controlada y el Jefe del Escuadrón era un hombre experimentado, profesional y buen líder, aun así estábamos preocupados.

La 2da Secciòn, mi sección y sus grupos estábamos desplegados, habíamos recibido las instrucciones de coordinación, entendíamos el propósito de la misión, solo restaba esperar la orden o el momento oportuno, porque en estos casos la flexibilidad en la maniobra y la libertad de acción son fundamentales.

A mi lado, el encargado de Sección, suboficial experimentando, mil cicatrices, serio y pensativo, en silencio transmite a los soldados la confianza del que enseña solo con la mirada y educa hasta con el silencio, imposible saber su estado emocional, es una rara mezcla de reglamentos y experiencias, en silencio casi sin hablar, mira y controla que todo esté en orden, solo expresa algunas frases cortas acompañada de controlados movimientos indicando que todo está en orden.

En  ese precioso momento, se desata el caos, se encienden luces de colores sobre nuestras cabezas y se inicia el fuego desde la posición del enemigo, todo se convirtió en algo muy parecido a lo sería el infierno. Gritos, disparos de armas de fuego, explosiones, ráfagas, ordenes…

Todo, indicaba que debíamos hacer algo. Pero que…

Casi sin pensar se me ocurre saltar desde mi posición hacia delante, disparando, me acompañan el radioperador y dos soldados del pelotón comando, corriendo en zigzag.

Siento que algo me frena obligándome a caer a una cubierta contra el fuego. Una mano me obliga a bajar la cabeza, una voz me grita...Cúbrase y espere… bajo la cabeza, observo hacia atrás mis hombres están mirándome desplegados, esperando…

Recibo la orden de avanzar hacia el flanco izquierdo y saltamos todos juntos. Todo seguía confuso, todo seguía siendo un infierno de disparos, gritos y explosiones………..parecía no terminar mas.

Pero todo termino, identificamos figuras que se retiraban del lugar, algunos se tiran al suelo con las manos en la cabeza, una bandera blanca, lentamente se fueron apagando los disparos y todo fue controlándose lentamente. Identifico a que supuestamente es el Jefe enemigo, con la cabeza baja, me entrega un fusil, lo miro a los ojos y apoyo mi mano sobre sus hombros, indicándole que se reúna con sus soldados en un sector, sigo dando instrucciones,….las medidas de seguridad… Los heridos, me comunico con el Escalón Superior….todo termino...

Una formación, bandas de música, felicitaciones, medallas al valor… al merito…Saludos militares. Desfiles…

Camino lentamente entre los soldados, identifico al Encargado de Sección, intento quitarme la medalla recientemente recibida con la intención de entregársela, me dice.

-No, es suya, de su esposa, de sus hijos, -Quise agradecerle por su intervención, me dijo- Siempre que sea un buen líder tendrá ojos que cuiden de usted, preocúpese por ver lo que pasa adelante, nosotros veremos como cuidarlo a usted.

Recuerde que usted ve las cosas antes que nosotros, nosotros vemos a través de sus ojos. Si usted cae no quedaremos sin ver. -Gracias conteste.

Paso mucho tiempo desde ese día, hoy ya Comandante, antes de tomar una decisión, miro hacia atrás y creo ver a quienes que están cuidándome, enseñándome y es por esos ojos, por esos rostros, que antes de tomar cualquier decisión, antes del asalto, recuerdo esos ojos y espero que estén dadas todas las condiciones para el éxito. LUIS ALBERTO.  

2 comentarios:

  1. Me agrada la introducción al blog. El tener a Dios en el corazón y reconocerlo en todos tus caminos, dice su palabra, que caerán a tu lado mil y diez mil a tu derecha mas a ti no te tocarán (Salmo 91.7). Con respecto a los angeles estan los caidos (Satán) y estan los del Todopoderoso, Jehová de los ejercitos., el primero y el último, Jesús.Ellos estan a tu enterá disposición. El relato, simple, conmovedor, y que digno hace estas personas a una institución. Hay que valorar a las personas pues de eso se trata la vida, sea el lugar en que te encuentres. Hay que conquistar al prójimo, demostrar si uno esta en autoridad que lo obedezcan porque ven en uno la eficencia, respeto, predisposición, honestidad y sobre todo ser sano con uno mismo y por ende serlo para con los demás. Me despido y te digo, sos un tipo ejemplar, digno de imitar.Dios te bendiga y guarde, siempre!

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    1. Gracias amigo tu respuesta ayuda a entender que Somo Seres débiles y sin el supremo no somos nada algún día esteremos juntos orando por todos aquellos que necesitan de algo de paz, sin necesidad de religión ni raza solo con querer ser mejores como semejantes

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