sábado, 9 de abril de 2011

El chico bueno

El chico bueno regresaba del colegio, con sus cosas y su guitarra. Era una guitarra nueva, roja que la compró con sus ahorros y algo de plata que le dio su papa. Como siempre en colectivo y con un compañero.

Llega a la parada, se despide, baja y se dirige a su departamento, camina un  par de cuadras, cuando en una de las esquina escucha una suave voz y el agradable trinar de pájaros.

Sorprendido, mira y ve la esquina un árbol muy frondoso, bajo el mismo, un monje, vestido con una túnica marrón, rodeado de pájaros y hablando suavemente con ellos, al notar la presencia del chico bueno, el monje lo saluda con una amable sonrisa, invitándolo a acercarse.

El chico bueno se acerca, le gustan los pájaros, mira al monje y observa que viste una túnica un poco vieja con un cordel en la cintura, los pies calzan una gasta sandalia,  pero lo que mas le llama la atención es esa mirada tierna y  con mucha paz, (parece el padre Nacho, piensa el chico bueno). Los ojos entrecerrados y vidriosos como si hubiera estado llorando.

¿Cómo estas?, pregunta el monje, -bien, contesta el chico bueno, muy observador, pero habla poco, su rostro siempre esta alegre y sonriente.

¿Como se llama padre? -Francisco y estos pájaros son mis hermanos, ¿los conoces?.

-No, contesta.

Continuó. Yo si, casi a todos, los bautizo, les pongo nombres, me cuentan cosas de la vida, sus problemas.

-¿Los pájaros tienen problemas, padre? si, son problemas un poco diferentes, pero tienen problemas, hoy están un poco alborotados porque en el barrio hay muchas violencia, ¿Conoces el barrio?

-Algo conozco, pero acá parece que no hay mucha pobreza, padre, dijo el chico bueno,

-¿Te parece?, ¿y si vamos a recorrer el barrio?, es temprano y tengo que visitar a otros hermanos que están cerca, el chico bueno mira el reloj, todavía tiene tiempo, acepta y comienzan a caminar.

-Mira, dijo el monje, el dueño del quisco de la esquina, tiene un problema grave, el hijo parece que se droga, no sabe que hacer para que salga de ese problema, esta desesperado, no puede hablar con el, además esta gastando mucha plata, parece que le roba a sus padres, y cada vez esta peor.

-Pobre muchacho (pensó el chico bueno).

-Fíjate el chalet hermoso que esta enfrente. Ese señor esta muy mal sus hijos no quieren hablar con  el, se fueron a vivir lejos, sus nietos no lo visitan, ahora esta mejor, reza mucho y Dios no se olvida de sus hijos.

-Dicen que fue un hombre muy duro, egoísta y sin escrúpulos, pensaba que todo era poder y dinero, no sabia que estaba muy solo, ahora si.

-Mira esa mujer, la que esta caminando enfrente, esta sola y sale a comprar como si estuviera sola, dijo el chico bueno.

- Si, pero no esta sola, dijo el monje, y además esta muy feliz, porque todos los días la visitan sus nietos, ella sale a comprarles el desayuno, mientras ellos le cuentan  sus proyectos y sus vidas, ella no esta sola...

Siguieron caminando. El monje le hablaba de la vida, de ser bueno, de preocuparse por los demás  -debemos ser como tu guitarra  un instrumento. Al chico bueno le gusto eso, -(Que persona agradable, que lindo que seria tener un amigo) pensó.

De pronto se escucharon unos gritos.

-No señor, ya no le puedo permitir mas esto, o me paga o me devuelve la computadora y el escritorio,

-pero señor es el regalo que quisimos hacerle a nuestro nieto para ponerse un pequeño lugar de trabajo. Perdóneme ya le dije no quiero esperar mas, ya paso un mes y usted dijo que pagaría al contado.

El chico bueno vio a esta hombre  de traje moderno y gestos finos, se da vuelta y le dice.

-Perdón, es que estoy nervioso este señor me tiene que pagar, que me importan sus problemas. El chico bueno le dice,  -Pero a lo mejor el mes que viene le puede pagar.

-Capaz que si, pero la plata es mía, yo no tengo porque  esperar mas...

El chico bueno se adelanta, mira a los abuelos, con un pañuelo seca sus lágrimas.

-Esta bien mi hijo, que le vamos a hacer, así esa la vida, este señor tiene razón, bueno, ya veremos como solucionamos esto.

 En ese instante el chico bueno mira al monje que tenia la mirada lejana como perdida, los pájaros seguían al lado suyo, volvió a mirar a los abuelos, en ese instante un pequeño pájaro azul se posó en una de las ramas que estaban cerca.

Sintió como algo pesado en sus espaldas, era la guitarra, la de sus ahorros, la que esperó mucho tiempo por tenerla, apoya la mochila en el suelo, suavemente se quita la guitarra, se dirige al señor de traje moderno y gestos finos diciendo.

- Señor esta guitarra creo que paga la deuda -¿Y vos quien sos?...

-Solo soy un vecino, amigo del señor que esta en la esquina, dijo,  señalando al monje que aun estaba mirando lejos.

El hombre de traje moderno y gestos finos miro hacia la esquina, pero pareció no ver nada, sin importarle mucho,  toma la guitarra diciendo,  esta es cara.

¿Estas seguro?, que van a decir tus padres. ¿No dirán que te obligue?, dame tu teléfono.

-No…..señor, no hace falta, yo les voy a explicar,  confíe en mi. Toma la guitarra sube a un auto caro, baja unos papeles, firma la cancelación de la deuda, y se va, saludando a todos con gestos muy educados.

El abuelo mira al chico bueno y le dice, como te puedo agradecer, a mi no abuelo,  a los animales, a los pájaros, esos que están ahí, escúchelos, ellos tiene problemas, diferentes a los nuestros, pero tienen problemas.

-Me voy abuelo, mi amigo me espera, saludos a su nieto, le dio abrazo, un beso a la abuela y sin muchas palabras (como de costumbre) siguió camino, llega a la esquina, el monje solo lo mira.

-¿Que paso?, preguntó,  quiso explicar, pero todo era tan complicado que solo dijo.

-Nada cosa de vecinos.

-Padre me voy, ¿podemos ser amigos?, yo vivo cerca, usted ¿donde trabaja?, ¿tiene parroquia?

– No, trabajo con un párroco muy importante, está en muchos lados y atiende todos los problemas, a veces nosotros  lo ayudamos en la tarea, pero solo somos…….hizo una pausa,…….instrumentos.

 ¿Y tu guitarra?, Ah….la guitarra….se la regale a un amigo, es el nieto de esos abuelitos que estaban  hablando conmigo.

 -Chau padre, se me hace tarde. - chau amigo, y se fue con sus pájaros.

El chico bueno se fue caminando con las manos en los bolsillos. Al llegar a su casa, escucha la voz de su madre que dice ¿Estaban sos vos?, si…. ¿Todo bien?,  si Mami.  Steve (le dice su hermano mayor a modo de saludo), ¿El cole bien? - Muy bien. Tengo un amigo nuevo, se llama Francisco y es muy bueno con los pájaros. LUIS ALBERTO.

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