sábado, 9 de abril de 2011

El Palito de fosforos

Resolvimos salir a cenar, queríamos hablar. Ella, como siempre, se puso linda, yo trate de estar agradable.

Salimos hasta un hermoso restaurante, la noche era agradable y el lugar también, nos sentamos hablamos de cosa triviales, hasta que  dije la palabra mágica, estoy preocupado, las cosas no están bien  y comencé a describir una serie de problemas, situaciones personales, económicas, profesionales, sintetizándose todo en un estoy en el  horno.

Ella escuchó atentamente mis palabras, asistiendo con la cabeza como quien esta de acuerdo. Cuando terminé dijo -es realmente todo muy difícil.  

Continuó, -En la vida podemos ver las cosas desde diferentes perspectivas, si no posicionamos desde muy arriba veremos las cosas desde un ángulo,  donde no se observan los detalles importantes, es una perspectiva que no permite observar  las cosas pequeñas y pueden ser esenciales.

-Podes verlas cosas apoyando los pies en la tierra, es una linda perspectiva, pero podes acostumbrarte a una vida cómoda y no veas la necesidad de cambio, es decir aferrarte a viejos paradigmas, renunciando quizás a una hermosa oportunidad de crecer.

-La perspectiva mas dolorosa pero a la vez la que mas nos educa, es cuando estas paralelo al piso, mordiendo el polvo, porque abajo tuyo ya no te queda espacio, tienes que subir, moverte, romper los paradigmas, no es que quieras moverte, no tiene opción, no puedes quedarte en ese  lugar,  menos en esa posición. Todos te miran desde arriba y a todos los miras desde abajo, eso es lo que te parece difícil.  

-Lo importante, en este caso, es tener la actitud necesaria para moverse con altura y dignidad. Poseer la visión que te permita salir en busca  de  la dirección indicada a fin de identificar al objetivo correcto.

-Sabiendo esto, solo queda una cosa muy importante, debes tomar la decisión,  y la  forma mas adecuada es conocer tu  verdadera situación y así establecer tus prioridades.

 -Por último, dijo, tomando un pequeño palito de fósforos…..quema tus naves….anímate.

Seguimos cenando charlando de un montón de cosas, triviales, casi sin importancia, pero divertidas, finalizando una hermosa y romántica cena.

Antes de dormir, le doy un beso, acaricio su rostro, la abrazo y suavemente le susurro al oído, gracias Faty,  gracias por ayudarme a dar el primer paso. LUIS ALBERTO

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