No hay nada mejor que luchar por nuestros ellos. La pelea diaria, a todos, en un momento nos derriba, nos tumba, nos golpea, pero lo
importante siempre será en cómo te levantes. En lo personal estoy
feliz de todo lo que me ha pasado, cada lagrima derramada, cada alegría vivida a
pleno, cada tristeza, fracaso y éxito sobrellevado, me hizo mejor persona,
estoy agradecido por eso, incluso por el
dolor, amo tanto el fracaso como amo la felicidad, estoy eternamente agradecido
por ello señor de los cielos, soy lo que soy, gracias a mis cicatrices, son mis
eternos amigos. Cuando digo cicatrices, digo dolor, digo sufrimiento. También digo
éxito disfrutado, también digo fracaso
padecido, persiguiendo a mis sueños, si los alcance o no, importa poco, lo importante es entonces
amigo combatiente, seguir dando pelea, aun en las peores condiciones, hasta con
loa astros desalineados, y seguir
intentando mientras nos quede un soplo de vida. Como dijo el genial Almafuerte “Un
instante de pie sobre la propia miseria, vale más que toda una vida de altura, arrastrada sobre
las rodillas”. LUIS ALBERTO.
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