viernes, 16 de septiembre de 2011

La Estrategia Militar

La estrategia  esta concebida para construir el éxito y para que sea posible depende fundamentalmente  de un sano cálculo y de una adecuada concepción y coordinación entre el fin concebido y los medios disponibles.

Si sostenemos que el fin debe adecuarse a los medios y estos a su vez usados para alcanzar el objetivo final o los objetivos intermedios, definimos entonces la estrategia militar como  "el arte del conductor desde donde  logra interactuar los medios y los objetivos".

El General debe coordinar y direccionar todos los elementos disponibles, estos deben ser necesariamente valorados y ubicados en un lugar concebido anticipadamente, ahí nace el arte, donde cualquier exceso impactara negativamente de la misma manera que cualquier deficiencia.

Un  adecuado ajuste establecerá la economía de fuerzas de los elementos considerados por el artista (General),  a fin de aproximarse a la verdad/realidad. 

A esta verdad relativa (es relativa, porque esta solo en la mente del General) se le aplicará el rigor  científico  de la guerra, si  su  verdad es equivoca fracasará  en la estrategia aplicada.

Aunque parezca lo contrario en el pensamiento estratégico el cálculo es más simple de lo que parece y aproximarse a la verdad es menos complejo que en el pensamiento táctico. 

En la estrategia no se tienen que vencer  resistencias provenientes de la capacidad del hombre o de la falta de voluntad. Las únicas resistencias que se contemplan son las provenientes de la naturaleza, del movimiento o de la sorpresa. 

Estas resistencias pueden ser calculadas, en la medida que se maneje buena información y pueden ser apreciadas, en cuanto a la explotación del movimiento  o de la sorpresa,  estos elementos reaccionan uno en consonancia con el otro o uno contra el otro.

El movimiento genera sorpresa y la sorpresa  le da ímpetu al movimiento. Un movimiento que se acelera o cambia de dirección lleva consigo tal grado de sorpresa que puede impedir o limitar la maniobra.

En cuento a la relación que existe entre la estrategia y la táctica, es aún mas fácil de explicar, decir exactamente cuándo termina un movimiento estratégico y comienza un movimiento táctico es cuestión de posicionamiento integral.

Mientras la táctica abarca y satisface las necesidades del combate. La estrategia no se detiene en frontera alguna, su fin último es reducir el combate a las mínimas proporciones  posibles.

Si bien esta afirmación puede ser discutida por aquellos que conciben la destrucción de las fuerzas armadas del enemigo y aún estando de acuerdo en este punto, la afirmación es inamovible.

Aunque la meta la constituya una batalla, el objetivo de la estrategia no es solo buscar ganar esa batalla sino procurar  una situación  más ventajosa preconcebida anticipadamente. Que incluso  podría ser la dislocación del enemigo o su desorganización antes de la batalla  y por consiguiente antes del combate. Así  de simple. LUIS ALBERTO.

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